¡¡Ya de vuelta al cole!!, y con independencia del contexto que nos rodea, tenemos que seguir nuestro camino y afrontar nuevos retos.

Y de eso precisamente queremos hablar… de los ¡retos!, y de su importancia en nuestro desarrollo personal y profesional.

La idea surge a raíz de que una persona del equipo athax, unos meses atrás, se había planteado como reconocimiento y homenaje a un ser muy querido, el reto de hacer el Trail Madrid-Segovia, que recorre el trazado de las cuatro primeras etapas del Camino de Santiago que parte de Madrid. En definitiva…una distancia de 102km (hasta la fecha en su experiencia y como máxima distancia había realizado una maratón).

Muchos somos los que hemos pasado momentos en los que cada día que íbamos a trabajar, teníamos la sensación de que era igual que el anterior, nos embargaba la apatía y entrabamos en piloto automático. Aparcamos la idea de luchar por mejorar y aprender… y acabamos acomodamos en el trabajo. Por ese tiempo, dejamos de ser es@ profesional por el que en su día aposto nuestra organización.

Los retos nos hacen salir de la zona de confort, nos alejan de las distracciones, la monotonía y nos hacen evolucionar. Cuando los alcanzamos ganamos más confianza en nosotros mismos y nos acercan un poquito más a lo queremos ser.

Buscar siempre nuevos retos, son oportunidades que nos permiten sacar lo mejor que llevamos dentro. Suponen una estupenda inversión para nuestro crecimiento personal, además de dar un empujón a nuestra carrera profesional.

La vuelta al cole suele ser también una época propicia para marcarnos y afrontar nuevos objetivos (¡Aunque cualquiera momento es bueno!)

¿Cuál es tu próximo reto profesional?

Por si te puede ser de ayuda, nosotros te proponemos uno divertido y fácilmente alcanzable…

¡El reto de aprender jugando!

Cuando tenemos que organizar o asistir a una reunión de empresa ya sea de ventas, de formación, un lanzamiento de producto…. A medida que se va acercando la fecha, las cabecitas, tanto de un lado de la barrera; escenario (p.ej. marketing, departamento de formación, …), como las del otro; patio de butacas (p.ej. red comercial, clientes, distribuidores, …) empiezan a funcionar como una lavadora.

En el lado del escenario aparecen los miedos y nervios … “¿Cómo me las apaño para que los conceptos, mensajes y estrategia lleguen por igual a todos?, ¿Cómo consigo la máxima participación e implicación de la gente?, ¿Quiero que salgan con la sensación de equipo? ¿……?

Del patio de butacas aparece el escepticismo y el desánimo ¿A ver que nos cuentan ahora? ¿A que va a ser más de lo de siempre? ¡Que no me saquen para hacer role play!, ….

A no ser que seamos unos oradores fantásticos, en las reuniones corporativas que mantienen formatos tradicionales, el aprendizaje suele ser, en su mayoría, un proceso rígido, que hace que en bastantes momentos de la reunión los pensamientos de los asistentes los encontremos de viaje (paseando fuera de la reunión) o en estado off.

A muchos de nosotros (ya sea como ponentes o participantes) nos gusta asistir a reuniones con formatos originales, que sean dinámicas y divertidas, y por supuesto, a la vez que sean ¡útiles!

Si nos sentáramos en estos momentos e hiciéramos un planteamiento rápido de cómo tiene que ser una reunión corporativa, muy probablemente todos estaríamos de acuerdo en estas ideas:

  • Conseguir la máxima implicación y participación de los asistentes que permita fluir la cocreación de ideas sería una necesidad que cubrir.
  • Sería muy interesante conseguir salir del marco estándar de una reunión, dar un giro de 180º, y convertir el espacio en una divertida aventura de conocimientos y habilidades.

Además

  • Sería muy positivo, tratar de minimizar la tensión que genera el poder jerárquico (jefes, managers) para que la posible vergüenza e introversión de muchos asistentes no tenga cabida a lo largo del evento, y de este modo, pueda fluir (¡si es con gracia mucho mejor!) un proceso creativo de contenidos, al tiempo que se hace equipo (engagement).

Un reto que para much@s puede resultar difícil pero que desde athax (¡por experiencia!) estamos convencidos que lo puedes conseguir…

¡Gracias a la gamificación!

Porque cuando jugamos, generalmente nos sentimos a gusto y aparecen emociones positivas, que impulsan la comunicación y la generación de ideas, e incluso llegamos a imaginar soluciones innovadoras. Y son estos momentos, que algunos llaman confianza creativa, los que nos hacen sentimos protagonistas.

Implicar a los empleados como una parte de un juego aumenta su motivación y mejora su capacidad de atención; ¡Cuando disfrutamos haciendo las cosas aprendemos mejor!

Jugando lo emocional suma versus lo racional. La gamificación supone una magnífica herramienta de refuerzo en el aprendizaje

A través de la gamificación, en poco tiempo y de forma muy simple, son muchos objetivos los que podemos conseguir en el marco de una reunión. Y todo esto se consigue, en definitiva, porque a través del juego, se consigue empatizar escenario (departamentos; p.ej. marketing) y patio de butacas (empleados; p.ej. red comercial)

A hora de vuelta a la realidad, y aunque no sea tarea fácil, tenemos que dejar a un lado cualquier pretexto, y no permitir que los miedos nos frenen y paralicen en hacer cosas nuevas, diferentes y que disfrutemos del proceso.

Entonces … ¿Te sumas al reto de la gamificación?

¡Prueba a trabajar jugando!

Aquí andamos por si te podemos echar una mano … ¡Ánimo!

¡Aaaah!, casi se nos olvidaba… tras 18 horas andando y corriendo, nuestro compañero llego a Segovia. Ahora… ¡A por un nuevo reto!, y a seguir avanzando.

Equipo athax

“Igual que el pensamiento vertical, el pensamiento lateral, es un modo de usar la mente. Constituye un hábito y una actitud mental”  Edward De Bono

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