Como decía un credo espartano “el que suda más en la práctica, sangra menos en la guerra”, y esto, en nuestro idioma mundano, quiere decir que los triunfos pertenecen a los que están más preparados.

Siempre nos estamos planteando objetivos, retos y sueños, focalizándonos generalmente en la parte externa (resultados finales) más que en la parte interna (desarrollo personal). Nos olvidamos de que lo externo es expresión de lo interno, y que solo cuando nosotros mismos mejoramos es posible que alcancemos esos deseados resultados y que nuestra vida mejore.

En este sentido, Robin Sharm en uno de sus libros nos habla de los cuatro imperios interiores en los que tenemos que prepararnos y trabajar, y que son una consecuencia muy directa de lo que hacemos y como actuamos en nuestro día a día.

  1. Mental (psicología).
  2. Corazón (afectividad/emocional).
  3. Cuerpo (estado físico).
  4. Alma (espiritualidad).

Si bien estos imperios interiores son competencias que se trabajan más de forma individual, no quita que también se puedan potenciar en el ámbito corporativo (de empresa) para tratar de cosechar unos resultados.

La gamificación es una herramienta útil en este sentido porque a través de su magia conseguimos tener una mejor disposición mental, emocional, física y espiritual a la hora de afrontar en el entorno laboral unos objetivos.

  • Mental (psicología): Son los pensamientos los que van dando forma a nuestra realidad. Nuestras creencias y convicciones más profundas van marcando nuestro comportamiento en el día a día. Cuando jugamos nos enfrentamos a los retos de forma más agradable y con una mayor alegría que nos hace ser más productivos. ¡Jugar nos predispone a tener pensamiento positivo!
  • Corazón (afectividad): Cuando jugamos nos olvidamos de nuestros sentimientos tóxicos, los miedos generalmente desaparecen y aflora una mayor gratitud. A través de la gamificación conseguimos tener una mejor disposición emocional ¡en pos de la victoria!

Con nuestra disposición mental y emocional ya listas, vamos a por el siguiente imperio interior; la parte física.

  • Cuerpo (estado físico): Esta más que demostrado que nuestros días mejoran radicalmente si hacemos ejercicio. Es por eso, por lo que en athax contamos con juegos que crean entornos muy dinámicos (trabajo y discusión en equipo, salir a lanzar un enorme dado por los aires, desplazar fichas gigantes sobre un tablero, …. ) que permiten salir de esas situaciones estresante que a veces vivimos en modelos formativos y de trabajo más tradicionales.
  • Alma (espiritualidad): No pretendemos adentrarnos en la parte más profunda de la espiritualidad de cada uno de nosotros, sino que, la propia esencia de los juegos es la que nos enriquece de esa espiritualidad un tanto aséptica que todos llevamos dentro, como puede ser el hecho de recuperar el ánimo (p.ej. esos momentos en los que seguimos avanzado en la dinámica), fortalecer nuestras propias convicciones (p.ej. cuando acertamos o superamos una prueba), o la misma compasión por nosotros mismos (p.ej. esos instantes en los que reconocemos nuestros fallos y defectos).

Al tiempo que jugamos, vamos visualizamos con la intención de dar la mejor versión de nosotros mismos (¡Queremos ganar!) creándose una atmosfera y sensación de bienestar que se expande a todos los jugadores y participantes.

Llegados hasta aquí, ya solo nos queda animarte a cultivar con la gamificación los cuatro imperios interiores y los de tus compañer@s de equipo.

¡Ánimo!

Equipo athax

«Tus pensamientos te llevan a tus propósitos, tus propósitos a tus acciones, tus acciones a tus hábitos, tus hábitos a tu carácter, y tu carácter determina tu destino» (Tyron Edwards)

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