¡Ha vuelto el verano!, normalmente tiempo de descanso y vacaciones para la gran mayoría, pero este año… para ti, para nosotros, para tod@s… que vivimos, por primera vez, inmersos en una pandemia como esas que hemos leído alguna vez en los libros de historia y que veíamos siempre como algo muy lejano… vamos a tener que ver la vuelta al cole con una perspectiva diferente.

Durante la etapa de confinamiento, hemos vivido días emocionalmente intensos con nuestra familia y seres queridos. Hay cierta desazón en el trabajo, tratando de dar solución a los programas y proyectos que teníamos entre manos, porque el contexto es muy diferente al que teníamos meses atrás, y encima…el coronavirus se ha quedado (¡de momento!); sigue presente en nuestro día a día.

El COVID19 está pautando nuevas exigencias…nuevos retos en lo personal y en lo profesional; especialmente en el área de comunicación y formación de las organizaciones.

Realmente es puñetero este virus y los grandes daños y cambios que está causando. Pero a pesar de ello, como ya hemos hecho en otras épocas de la historia. Hay que mirar hacia adelante…, en el ámbito empresarial hay que seguir gestionando conocimientos e información a los empleados, y sean más competitivos a la hora de implementar los nuevos proyectos y retos, y seguir contribuyendo al crecimiento de las organizaciones.

Es cierto que el contexto social ha cambiado (¡al menos de momento!), pero nuestra esencia, nuestro ADN no ha cambiado; seguimos siendo seres humanos. Si bien la tecnología nos permite acortar distancias y agilizar procesos, en el fondo todos tratamos de salir de las pantallas, porque en nuestro ser, nos sigue encantando, vivir y aprender de experiencias en la máxima cercanía con los nuestros, ya sea familia, amigos o compañeros del trabajo.

Durante el confinamiento, han sido muchas cosas las que han destacado por encima de lo habitual que nos han ayudado para afrontar mejor la situación, como el aumento de ventas de los juegos de mesa, pero mención especial se lleva la tecnología, y que si bien ya estaba con nosotros, ha sido como un auténtico ¡boom! el uso que ha tenido para acercar distancias (¡hasta los abuelos se han sumado al carro!), de tal forma que las videollamadas han dejado de ser algo más ocasional, para pasar a ser lo cotidiano en la mayoría de las empresas.

Pero… somos humanos, seres sociales por naturaleza, y que nuestra comunicación va más allá de lo que podemos ver a través de una simple pantalla; más del 50% de del impacto de nuestra comunicación lo generamos a través del lenguaje no verbal; el cuerpo habla más que las palabras.

El dichoso coronavirus, no nos está poniendo fácil la socialización. Tenemos un nuevo Pepito Grillo como compañero de viaje; ¿Dónde está tu mascarilla?, ¿Llevas gel hidroalcohólico?, ¡Mantén un poquito más de distancia!, … pero no por ello no hemos de intentarlo.

Esta nueva situación no debería impedir buscar formatos con impacto, qué alineados con la estrategia de la compañía y la nueva realidad, potencien el conocimiento compartido entre los empleados al mismo tiempo que el engagement con la compañía.

Formatos con un contenido dinámico, que invite a participar (¡tal vez, ahora más que nunca!) porque tenemos la necesidad de seguir compartiendo conocimiento. Gran parte de nuestro trabajo es más sentimiento y corazón, que cabeza. La gamificación es una herramienta, nada desdeñable a utilizar por parte de las empresas, a la hora de integrar y estimular la comunicación y el aprendizaje entre sus empleados.

Las videollamadas seguirán siendo útiles e importantes en el ámbito empresarial, pero todavía son medios con limitaciones a la hora de desplegar todo nuestro potencial para pensar, imaginar o crear.

Las dinámicas de gamificación tienen como objetivo, desarrollar a los empleados desde la motivación y el compromiso. Jugar está recomendado para todas las edades, el juego integra de forma práctica y sencilla, en un ambiente de diversión, a las personas de cualquier generación; es inclusivo.

En un evento de gamificación se desata un gran potencial creativo, donde, sin perder en ningún momento su carácter de comunicación y aprendizaje, se ponen en juego rápidamente el pensamiento y sentir de todos los participantes, difícil de conseguir en entorno virtuales.

Desde athax siempre hemos apostado por dinámicas presenciales, donde se tiene la posibilidad de conectar e intercambiar conocimiento cara a cara con todos los participantes; es innovación humanizada.

La responsabilidad y el buen hacer en una compañía es cosa de todos sus integrantes, es por eso, que, dentro de la prudencia, si nos comprometemos a mantener los niveles de seguridad que nos exige el COVID 19, la Gamificación en sala, sigue siendo un valor añadido en los modelos y procesos de comunicación y formación de las organizaciones.

Cuanto más tiempo conviva con nosotros esta puñetera pandemia, más necesidad de afecto tendremos. Necesitamos cercanía, no solo física, también química, algo que los pixeles, por muchos que sean, no son capaces todavía de transmitir.

Este tiempo puede ser una buena oportunidad para reflexionar, mejorar y asumir cambios para sacar adelante tu proyecto de comunicación y aprendizaje. Y no olvides, que a tu vuelta de vacaciones… ¡Estaremos encantados de seguir jugando a tu lado!

Equipo athax

«Los viejos caminos tienen mucha experiencia» (Joan-Enric Farreny)

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